Más allá de poder conectar con el lado femenino, el juego, la creatividad… cuando uno habla de tú a tú con algunas mujeres, algunas de una belleza esplendorosa por cierto, y tras un rato de charla con ellas, caen en la cuenta de que efectivamente sí hay una vergüenza muy inconsciente y muy profunda que convendría mirar cara a cara.
Tanto en las sesiones individuales, como en grupo, una advierte esa vergüenza que se instaló sin avisar, quién sabe cuándo. Reconocerla es el primer paso para poder aceptarla y que el cambio sea posible. Algunas harán todo lo posible por ocultarla con exceso de artificio, otras la utilizarán como disculpa para no mostrarse, otras conectarán con ese sentimiento a través de la culpa, en definitiva , sin importar cuál sea su relación con la vergüenza, estará regulando el comportamiento de cada una. A veces se traduce en incapacidad de mantener relaciones estables, o de prosperar al ritmo que se espera en el trabajo, o de mantener a toda costa algunas relaciones tóxicas, aún sabiendo que les perjudica…Estos son sólo algunos ejemplos que nos señalan que en la caja oscura de cada una, está guardada bajo llave eso que llamamos Vergüenza. Un altar deberíamos hacerle para darle el lugar que ocupa y rendirle homenaje porque para bien o para mal, les ha llevado hasta aquí, y es digna de ser honrada. Una vez agradecidas se podrá pasar a otra pantalla. Si se continua reprimiendo, seguirá haciendo de las suyas bajo cuerda.
El miedo a exponerse es una consecuencia de ello. Y las que cogen el toro por los cuernos y son incluso personajes públicos, luego sufren por las críticas recibidas o se derrumban si el teléfono se apaga. Dejar de poner el poder fuera es lo que una aprende cuando juega a Ser. Aunque se borrara su identidad y cambiara drásticamente de rumbo, relaciones, trabajo…seguiría siendo ella. La dimensión inalterable, sí la dimensión espiritual de cada cual, te acompaña donde quieras que vayas y te va soplando por dónde continuar y qué elegir. Ahí aparece la meditación. Si te cuesta sentarte a meditar porque no has entrenado aún ese músculo y tienes energía para tumbar al oso más pintado, ¡baila, canta, pinta…! Aquello donde pierdas la noción de ti misma y el tiempo se detiene, te ayudará a conectar con tu Ser más profundo.
Dado que seguimos en este planeta y la realidad es que el Ego es necesario, el cómo me muestro ante el mundo y mi renovada imagen personal, me conducirá al menos a poder jugar con otras reglas. Las nuevas reglas del juego, desde una mirada compasiva con nosotras mismas y serán las reglas del Amor y la ternura. ¡Increíble que aún en estos tiempos suene cursi esta palabra, AMOR, y sin embargo es ¡lo más preciado que albergamos en nuestro interior! ¿qué pensaría tu YO futuro de ti al mirarse en el espejo? ¿ Y sobre todo qué sentiría?
